Procedimiento:
Lo primero que haremos sera escaldar los tomates, es decir quitaremos la piel de los tomates. Para esto supongo que cada uno tendrá su propio truco, pero bueno yo os cuento el mío y ya veréis que fácil sale esa piel.

Calentamos una olla de agua y dejamos que empiece a hervir
Mientras el agua de la olla se hierve, lavaremos los tomates, les retiraremos la parte verde del tallo, les damos la vuelta al tomate y en la parte inferior, le haremos un corte superficial en forma de cruz para que nos facilite la tarea.

Cuando el agua empiece a hervir, introduciremos los tomates en el agua hirviendo. Una vez hayamos introducido todos los tomates, el agua debido al cambio de temperatura, dejara de hervir. Entonces esperamos a que vuelva a hervir de nuevo y dejaremos los tomates hirviendo unos 40 segundos.
Como podéis ver en la fotografia, la piel del tomate empieza en la mayoría de los casos a retirarse sola sin necesidad de tocarlos.

Con cuidado de no quemarnos, retiraremos los tomates de la cazuela hirviendo con una espumadera y los colocaremos en una fuente de agua fría con hielo.

Con la ayuda de un cuchillo pequeño, quitamos la piel a todos los tomates y ya estarán listos para la salsa.

Esta receta es muy facilita, no tenémos que cocinar nada, mas bien picar/cortar los ingredientes y mezclar.

Cortamos todos los ingredientes, para esto podéis utilizar un procesador tipo Thermomix, un picador o incluso con la ayuda de un cuchillo. A mí personalmente me gusta todo bien picadito, pero alguna que otra vez lo he hecho en trozos más grandes. (Esto es cuestión de gustos)

Después de mezclar todos los ingredientes podemos conservar la salsa en tarritos herméticos en el frigorífico. Ya esta, a mojar chips!